El mundo de tu hijo

Un juez experto en sentencias de menores publica en su libro un decálogo para formar a un hijo delincuente

El libro pretende justamente lo contrario; advertir a los educadores de que ciertos comportamientos pueden perjudicar a nuestros hijos a largo plazo

Un correo, cuanto menos curioso, se instala en las bandejas de entrada de aquellos que han tenido la suerte de que sus contactos lo hayan considerado lo suficientemente bueno como para no borrarlo y reenviarlo. Y se preguntarán ¿de qué se trata esa cadena para que se le dedique un espacio en un blog dedicado a niños? Pues, de eso mismo, de niños. Más concretamente de una serie de advertencias a tener en cuenta si no queremos que nuestros hijos acaben siendo unos maleducados, por decirlo de forma fina.

Según dicho correo, Emilio Calatayud, un juez de menores de Granada ha llegado a la conclusión, después de haber dictaminado muchas sentencias educativas y orientativas a lo largo de su carrera, de que hay una serie de principios que, de seguirse al pie de la letra, pueden desembocar en un comportamiento delictivo en nuestros hijos. Todos ellos los recoge en el libro «Reflexiones de un juez de menores» en el que se desarrolla un decálogo para formar a un hijo delincuente, pretendiendo justamente lo contrario, por supuesto.

Si somos del tipo de padres que consentimos determinados actitudes como dar a los hijos todo lo que piden, nuestro pequeño pensará que el mundo le pertenece , deduce Calatayud. Si recogemos todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes, se acostumbrará a cargar las responsabilidades sobre los demás, explica el juez. De esto se deduce que determinados comportamientos no corregidos a tiempo, pueden marcarle su personalidad de manera negativa e irreversible, en el peor de los casos.

El correo no tiene desperdicio. De modo que si queréis ver cuáles son las actuaciones que, de no ser consideradas, desembocarán irremediablemente en que nuestro hijo sea un delincuente, sólo tenéis que firaros en el Power Point de abajo.

Miles de padres en todo el mundo bautizan a sus hijos con el nombre y el apellido del presidente electo estadounidense

Barack Obama no sólo se ha convertido en los últimos días en el hombre más importante del mundo por alcanzar la presidencia de los EE.UU, sino que ahora también está de moda por ser el hombre que pone nombre a miles de recién nacidos de todo el mundo. Según titulaba el pasado 12 de noviembre, días después de las elecciones, la agencia de noticias France Presse, “los bebés `Barack´y `Obama´ invaden las maternidades estadounidenses”. Pero su nombre, lejos de quedarse en el país que le ha encumbrado como mandamás, se ha extendido a muchos otros países del globo. Otra publicación argentina, la nación.com subtítulaba uno de sus reportajes “la obamanía llega a los bebés” y contaba que una madre se emocionó tanto por la victoria del demócrata, que se puso a saltar de alegría y esto provocó que se pusiera de parto. Doce horas más tarde nació su hijo, Barack Jeilah. Williams, que así se llama la mamá protagonista, dijo elegir este nombre porque adora al presidente electo y por que en África significa bendición.

Pero la oleada de bebés de Obama ha llegado con más furor a la población keniana de Kimusu, ya que en esta zona situada al oeste del país, viven algunos de los familiares del presidente. Un total de 23 niños nacidos en el hospital de este lugar fueron bautizados con el nombre de pila y el apellido y 20 niñas acogieron el nombre de la ahora primera dama, Michelle Obama.

El efecto Obama no tiene límites.

Barack Obama sostiene en brazos a una niña